Tal vez nos hemos creído que el simple hecho de mantener una sonrisa en nuestro rostro es una invitación abierta a los demás.
No necesariamente.
Nuestra cultura difiere mucho de la de otros países como Japón en que la sonrisa es una etiqueta educacional. Para ellos es un deber social y de comportamiento.
Pero...¿Sabías que el reflejo de tus músculos faciales es la forma más fácil y eficaz de hacer llegar la orden a tu cerebro de que todo está bien, que tu organismo está sano y funcionando correctamente?
Cuando tienes un dolor emocional o físico puedes revertirlo o minimizarlo usando los músculos de tu rostro.
Fuerza una sonrisa duradera y podrás comprobar cómo la química cerebral cambia.
Los procesos neuroquímicos son ambivalentes, es decir de doble sentido: tanto el cerebro da la orden al músculo como el músculo lleva la orden al cerebro.
Por lo tanto puedes activar una respuesta química y mantener una interacción cuerpo-mente hasta que el patrón de pensamiento que te dominaba minutos antes revierta o tu dolor físico pueda ser tratado correctamente.
El flujo de químicos que liberará tu cerebro, siempre te será favorable.
Acógete al dicho de: "al mal tiempo buena cara..." y empieza a sonreír.
Tu salud física y emocional te lo agradecerán.