Las nuevas generaciones no sostienen esta creencia del esfuerzo continuado.
Este antagonismo generacional tal vez haga que te preguntes ¿qué sentir es el más acertado?
Imagina tu vida como una antigua máquina de escribir, a mayor fuerza en tus dedos mejor impresión de las letras.
Mira ahora el teclado ante tus manos...no necesitas nada de fuerza para que se imprima la letra escogida.
Esa ha sido nuestra creencia hasta ahora, la única conocida: "Todo cuesta, todo necesita esfuerzo..." y así tal cual lo hemos creído también lo hemos creado.
No es ilusoria esta idea de aporrear fuerte ante la vida. Es coherente y necesaria pero la hemos adaptado a todos los ámbitos llegando a ser nuestra alma mater (la madre que nos alimenta).
Nos alimentamos a través de un esfuerzo continuado. ¿Estás seguro que todo cuesta tanto de realizar?
Si permitieras dejarte fluir, alejando de ti esta incrustada información genética; este programa mental. Tal vez llegaras a la conclusión de que lo que camina contigo ya está ahí, siempre ha estado en forma de idea, persona o circunstancia, y que cuando te relajas aparece. Por contra, cuanto más fuerzas más se aleja.
Tú decides cómo escribir tu vida: aporreando el teclado o fluyendo a través de él...