Todos sabemos que nuestro Adn es un receptáculo de información de nuestro código genético. De nuestro Adn sólo sabemos la pequeña parte conmesurable por los científicos. Pero codificada en un estado inaccesible hay una vasta información multidimensional.
La famosa frase "La información es poder" atribuida a Francis Bacon se refleja en aspectos de nuestra vida cotidiana. Ante el retraso de un avión, calma el estado nervioso de los pasajeros; ante un resultado médico, lleva sosiego a tu mente; incluso ante un hecho trágico la información, aun a pesar de ser dolorosa, acompasa tu ritmo cardíaco y tu desesperación.
La información es la herramienta visible o no visible de toda terapia. No hay terapeuta , no hay paciente; sólo hay dos personas interactuando a través de una información que creará una resonancia interna lo suficientemente importante para crear un nuevo campo de entendimiento y eclosión que desarrolle nuevos caminos no contemplados hasta ahora por falta, justo de eso, de información.
Cuando la información llega a tu inconsciente y resuena empiezas a entender, se abre ante ti un camino lleno de recursos, porque como efecto dominó la gran maleta que llevas contigo a la que llamamos inconsciente va dejando salir recuerdos, emociones... en definitiva: entendimiento. Automáticamente liberas bloqueos y creencias perniciosas a la vez que vas expandiendo, a través de ese adn multidimensional, una nueva frecuencia más acorde y sana con tu nuevo estado de entendimiento. Consiguiendo así que esa resonancia llegue a todos y cada uno de tus cuerpos, desde el mental, el emocional hasta el más denso, el físico.