Pero en cambio la biología y la naturaleza, calladamente, crea su propia estructura de renacimiento año tras año; marcando como ineludible su inicio, a partir de los equinoccios.
En nuestra cultura hay aseveraciones naturales de ese "renacer biológico" que pasan ocultas al entendimiento popular.
Las lunas llenas marcan nuestra sociedad, pero muy calladamente. Quedan integradas como costumbres sin saber muy bien ni por qué, ni para qué. Nos rigen sin ser conscientes de ello.
En toda esta integración inconsciente y arquetípica podemos comprobar cómo la luna llena une culturas de Oriente y Occidente.
La primera luna llena de Aries (a partir del equinoccio) rige la Pascua o Resurrección simbólica. En Occidente, es una fiesta socialmente reconocida y esperada. Con gran fervor religioso para unos, o simplemente como días de asueto y descanso para otros.
Pero hay una segunda luna llena: la de Tauro, que añade un toque no tan festivo, pero sí de unión de culturas; de energías que aún mantienen su pureza en un nivel más estacionario y accesible a culturas y etnias. Es el llamado festival de Wesak.
En esta segunda luna llena del inicio del nuevo ciclo natural y biológico de todo ser viviente, se reafirma la semilla y la superación hacia la vida.
Fue la que culturalmente se asignó como merecedora de las bendiciones de Buda, en conjunción con las de Cristo. La unión de Oriente y Occidente. De etnias y religiones.
En esta segunda luna y como ofrecimiento explícito, Buda (como parte visible de esta unión) designó el derrame energético, sobre la tierra, de toda bendición crística.
En este día la conciencia Búdica y Crística accede con mayor facilidad a la vibración terrenal.
De manera simple y sin grandes ceremonias externas.
Todo Ser Terrenal puede recibir de manera perceptible o imperceptible esa bendición energética, como apoyo a un crecimiento espiritual. Y ningún crecimiento espiritual va desunido a un crecimiento físico; "como es arriba es abajo".
En esta lunática fecha hay puertas abiertas a toda esfera social, a toda religión, a todo estado o entendimiento. Sólo necesitas... Tu Intención.
Tan sencillo y accesible como eso: Tu Intención.
Si tu creencia se reafirma utilizando la Gran Invocación; recítala.
Si tu comodidad exige un ayuno; adelante.
Si te arropa utilizar un vestido blanco; hazlo.
Todo ello, ni importa ni supedita a lo realmente necesario: Tu Intención.
Pero esa sí; mantenla clara y pura en tu corazón.
La noche del plenilunio de Tauro, sin importar hora (el tiempo es inexistente) busca visualmente la luna, conecta con ella a través de tu intención y solicita recibir la bendición energética que Buda derrama sobre la tierra.
Abre tu corazón como principal receptor y mantén unos minutos de silencio y recogimiento.
Si en tu ciudad las nubes tapan la luna, igualmente dirige tu mirada a través de esas nubes donde sabes que la luna luce; conecta con la visión interna de esa luna.
Este año 2015 la luna llena de Tauro tendrá lugar el día 4 de Mayo, con una gran significación numerológica: "el infinito sobre el infinito".
Si nunca te has conectado con la luna en el festival de Wesak, te invito a que este año lo hagas y puedas experimentarlo; sin expectativas, pero con fe. Tal vez te sorprendas...
Si tomas nota de tu vida, ahora, y la comparas en un año; verás como esa energía invisible ha ido haciendo camino en ti.