Contáctanos en Facebook Contáctanos en Twitter Contáctanos en Youtube Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Contáctanos por Skype
Martes, Marzo 19, 2024
Viernes, 28 Agosto 2015 08:42

Expectativas Rotas

En más de una ocasión nos hemos sentido decepcionados por alguien, esa persona ha hecho o dicho algo que nos ha provocado dolor, decepción.
Ello es debido a haber construido una utopía en nuestro circuito mental. Sí, es una creación nuestra llamada: expectativa.
Cuando esa decepción viene de alguien lejano o desconocido, la falta de conocimiento de esa persona hace que nuestras expectativas sean débiles, incluso nulas. Pero cuando se trata de personas cercanas, a las que tratas cotidianamente esa expectativa se arraiga en tu invisible circuito mental con gran fuerza y cuando surge la decepción, el dolor es más profundo. Ese dolor ha sido creado por una imaginación que adjudicó unos roles ficticios hacia la persona imaginada. Ese ensueño queda grabado como real, no sabes que existe hasta que algún suceso externo lo detone, es entonces cuando compruebas que lo que grabaste en ti no corresponde con lo acontecido, surge la frustración, el desencanto y por ende el dolor emocional.
Cuando surja una situación así analiza si sólo fueron tus expectativas lo que se rompieron.
Tal vez sea tu circuito mental el creador de esa decepción y no la persona que actuó sin ser consciente de tus esperanzas ocultas.  
La expectativa sólo es una idea creada por la mente con la esperanza de evolución real.
 
Visto 13855 veces Modificado por última vez en Viernes, 28 Agosto 2015 08:49
Más en esta categoría: « Saber es Recordar

Últimas noticias Blog

Puedes realizar una donación pulsando sobre el botón Paypal

Últimos comentarios

Información de contacto

Un nuevo paradigma

Si piensas que sólo existe una realidad, la que tocas y percibes con tus sentidos físicos, es que aún duermes.

Despierta y comprueba que hay realidades paralelas que coexisten con nosotros, aunque aún no puedas sintonizar con ellas.